Para que tu mantequilla de maní dure más tiempo y conserve su sabor y textura, es importante almacenarla correctamente. Aquí te doy algunos consejos clave:
1. Almacenamiento en un lugar fresco y oscuro:
- La mantequilla de maní, especialmente la natural, se conserva mejor en un lugar fresco y oscuro, como la despensa. La exposición al calor y la luz puede acelerar la oxidación y hacer que se vuelva rancia.
2. Refrigeración:
- Si prefieres una textura más espesa o vives en un clima cálido, puedes guardar la mantequilla de maní en el refrigerador. Esto ayudará a prevenir la separación del aceite y prolongará su vida útil.
- Es importante saber que si se refrigera, puede endurecerse un poco, pero volverá a su textura normal a temperatura ambiente.
3. Envase adecuado:
- Utiliza un frasco de vidrio o plástico con cierre hermético para almacenar la mantequilla de maní. Esto evitará que entre aire y humedad, lo que puede causar que se eche a perder.
- Asegúrate de que el frasco esté limpio y seco antes de guardar la mantequilla de maní.
4. Evitar la contaminación:
- Utiliza siempre utensilios limpios y secos al sacar mantequilla de maní del frasco. Evita introducir utensilios sucios o mojados, ya que esto puede introducir bacterias y acelerar el deterioro.
5. Separación del aceite:
- Es normal que el aceite se separe en la mantequilla de maní natural. Simplemente revuélvela bien antes de usarla para restaurar su consistencia cremosa.
- Un truco útil es guardar el frasco boca abajo. De esta manera, cuando lo voltees, el aceite se distribuirá de manera más uniforme.